Entrevista con WRECKLESS ERIC y AMY RIGBY

A continuación puedes leer la amplia entrevista que Pablo Carrero realizó a WRECKLESS ERIC y a AMY RIGBY y de la cual aparecía un extracto en la revista RUTA 66 del mes de Abril.

Secundario ilustre de la nueva ola británica, Wreckless Eric gozó de las mieles del éxito durante unos instantes cuando, allá por el 77, su formidable “Whole Wide World” se convirtió en una de las sensaciones del momento. Sin embargo, la suerte no le acompañó y, aunque siguió editando discos y haciendo giras esporádicamente, siempre lo hizo ya un par de metros por debajo de la superficie de las listas de éxitos y los medios de comunicación.

Desde hace algunos años, Eric actúa con su mujer, la también cantautora Amy Rigby, con la que ha editado recientemente un álbum conjunto. Eric y Amy actuarán como cabeza de cartel del festival Cultura Pop.

 

WRECKLESS ERIC

- “Whole wide world” fue una canción definitiva en tu carrera, ¿qué supone para ti, treinta años después?

Estoy muy orgulloso de esa canción. Durante una época estaba un poco preocupado de tener que basar toda mi reputación en una sola canción, pero ahora tengo mucha más confianza, así que puedo disfrutar del éxito de “Whole Wide World” y, al mismo tiempo, y aunque muy poca gente más lo sepa, ser consciente de que tengo un montón de buenas canciones y que he hecho otros discos muy buenos. Pero “Whole wide world” fue mi primer single, y la verdad es que fue difícil el siguiente paso.

- ¿Conoces las muchas versiones que se han hecho de ella? ¿Te gusta alguna en especial?

Flipé cuando la hicieron los Monkeys… ¡hasta que pude escucharla! Mi favorita es la de los Proclaimers, porque la llevaron a su terreno, incluyendo el acento escocés. La toqué con ellos en muchos conciertos de su gira y siempre me parecía una canción más de los Proclaimers que mía, lo que me parece una buena cosa.

Cuando era más joven pensaba a menudo lo grande que sería hacer una canción como “Gloria”, que la tocan todos los grupos de garaje del mundo… y bueno, tengo un poco para mí que “Whole Wide World” es una de esas canciones. La gente cree que es muy fácil de tocar porque solamente tiene dos notas, pero no lo es tanto. Todo depende de su ejecución. Por si a alguien le interesa, tienes que tocarla más lenta de lo que crees. Si la haces más rápida, ya no resulta sexy… Supongo que en cierto modo mi versión favorita es la de Amy, aunque nunca la ha llegado a grabar. Así fue como nos conocimos. Ella estaba tocando su versión y el promotor del concierto me empujó al escenario para unirme a ella. Fue precisamente en Hull, en el mismo local en el que la había cantado por primera vez, así que se puede decir que la canción dio la vuelta al mundo y yo me quedé donde estaba. Amy la escuchó en Nueva York y Nashville y se vino aquí. ¡Y ahora estamos casados!

- La mayoría de los grupos y artistas dicen que no escuchan sus discos después de haberlos grabado, ¿tú haces lo mismo? ¿qué piensas de tus primeras grabaciones, tres décadas después?

Antes me daban un poco de vergüenza mis primeros discos. El primer disco del que me sentí realmente orgulloso fue el primero con Len Bright Combo, que salió en 1986. Pero tuve la oportunidad de poder remasterizar mi primer disco para editarlo en Cd, y me di cuenta de que las canciones estaban medio tono más altas de lo debido y por eso yo sonaba como un gato afónico.

Escuché “I need a situation” en un garito de Viena hace un par de meses y la verdad es que me encantó. Le dije a Amy, “escucha eso, ¡soy yo! Supongo que después de unas pocas décadas tengo la distancia suficiente y me parece un poco estúpido menospreciar mis primeras grabaciones porque tuvieron una influencia decisiva en lo que me vida se ha convertido. Y lo cierto es que me gusta mi vida.

A pesar de eso, debo decir que no soporto la producción de mi segundo disco, “The wonderful World of…” porque el productor era un capullo que no se enteraba de nada y lo estaba grabando en el estudio de Pink Floyd. Debería haberlo hecho en Pathway, con Nick Lowe. Esa era mi intención, pero la compañía prefirió poner la pasta en las arcas de Pink Floyd que pagarle a Nick Lowe lo que cobraba en aquella época.

- En España tenemos una visión un tanto legendaria de los tiempos de la new wave, ¿cuáles son tus recuerdos de aquella época? ¿cuáles eran tus grupos favoritos y con quién te llevabas mejor?

Llegué a Londres con mi novia en 1976. No conocíamos ni a Dios. Firmé con Stiff Records en octubre y conocí a Nick Lowe, The Damned, Huey Lewis (que era muy majo) y a Elvis Costello (que era, y sigue siendo, un capullo). Nick Lowe me presentó a Ian Dury en noviembre de 1976. Ian y yo fuimos buenos amigos hasta su muerte.

A través de Ian, conocí al pintor Humphrey Ocean y a Davey Paney, el saxofonista de su antigua banda, Kilburn & The High Roads. Davey y Ian tocaban unas rudimentarias percusiones en mi banda, y la novia de Ian, Dense Roudette, tocaba el bajo. Les llamábamos la “Ian and Denise True Romance Rhythm Section”… excepto cuando se peleaban. Entonces era mejor salir de allí. Éramos muy buenos amigos, como una especie de pequeño clan bohemio. Nadie tenía un penique, pero hubo un momento, en el verano del 77, que nuestra vida era prácticamente perfecta. Ian y yo solíamos hablar de esa época cuando él estaba ya enfermo.

Uno de mis mejores recuerdos es ver a los Clash en 1976 en el Roundhouse. Eran los teloneros de los Kursaal Flyers, y tocaban con Keith Levine a la guitarra. Fue uno de sus primeros conciertos. También vi a los Damned en el Nasville Room, abriendo para Eddie & The Hot Rods. A nadie le gustaron, pero yo pensé que eran mucho más divertidos y auténticos que los Rods. La siguiente vez que vi a los Damned, en el Roxy, Led Zeppelin estaban por allí viéndoles… La verdad es que no pude ir a muchos conciertos, porque estaba sin blanca y Wandsworth, el barrio en el que vivía, estaba a miles de kilómetros de distancia de donde se cocía todo. Cuando tuve algo de dinero estaba todo el tiempo de gira, así que me perdí un montón de conciertos.

 

- ¿Fue una época tan interesante y emocionante como nos parece?

En parte sí, pero recuerdo el invierno de 1976 como una experiencia realmente fría y solitaria. Grabé algunas cosas –un par de temas con Nick y algunas maquetas con Ian- pero no terminaba de pasar nada. Estaba sin blanca y malvivía de trabajillos esporádicos en un apartamento muy grande al sureste de Londres que no me podía permitir calentar…

Grabar “Whole Wide World” fue muy emocionante, pero después todo siguió siendo miseria y espera, hasta abril del 77, cuando metieron la canción en el recopilatorio “Bunch of the Stiffs”. John Peel la pinchó el mismo día que se editó el disco y de repente estaba sonando en todas las emisoras. Era la sensación pop del momento viviendo con 10 libras a la semana. Así que grabamos “Semaphore signals” y sacamos el single con “Whole Wide World”. Llegó a la cima de todas las listas independientes y estuvo allí durante semanas.

Después hicimos el Stiff Tour –Nick Lowe, Elvis Costello, Larry Wallis. Ian Dury y yo- Y Dave Edmunds se vino también. En ese momento fue cuando cambió todo. Algunos eran muy ambiciosos, sobre todo Elvis y Ian. Se odiaban, o, más bien, Ian pasaba de Elvis y Elvis trataba de mantener las apariencias en público. Ian tuvo sus problemas con Elvis por el enorme ego de éste, pero los demás, Larry, Nick y yo pensábamos que no eran más que chorradas.

Pero había algo más de dinero, y más dinero significaba más alcohol y más drogas, y eso no fue muy positivo precisamente. El disco de Ian, “New boots and panties” fue número 1 y disco de oro. Ian cambió y ya no sabía ni quién era. La verdad es que nos sentimos mucho mejor y resultamos más creativos cuando nos separamos.

No estoy del todo seguro de lo excitante que fue. Alex Harvey se montó en el autobús un día con nosotros y se vino a uno de los conciertos. Eso debería haber sido cojonudo, porque yo era un gran fan suyo, pero en realidad suponía una presión muy grande para mí por querer hacerlo especialmente bien, y le quitó todo su encanto a la historia.

Conocí a Keith Moon el día después de una pelea que había tenido con Davey Payne. Me preguntó que por qué tenía el ojo morado, y le conté que había tenido una pelea con el saxofonista de mi banda y empezó a reírse: “Pete y yo estábamos así todo el día en los viejos tiempos”. Ese fue un buen momento, como lo fue el hecho de estar ante un montón de jovencitas gritando en el Liverpool Empire la noche después de haber salido en la tele por primera vez.

Cuando íbamos a tocar en Nueva York en 1978 también fue muy excitante, aunque me propuse no asustarme más de la cuenta por el hecho de que fuera América y la verdad es que tocamos muy bien. La última noche vi a Debbie Harry entre el público.

Conocí a mucha gente, pero parece que solamente me las tenía que ver con idiotas o psicópatas. Me presentaron a una chica en Nueva York que debía pensar que su acento británico resultaba muy convincente. Le pregunté que en qué trabajaba y me dijo que hacía caterings para grupos de rock. “Apuesto a que eso es cierto”, le dije. Más tarde, el tipo que nos presentó me dijo que le ofreció un gramo de coca por presentarnos… es un ejemplo de lo que era habitual. Solía preguntarme dónde estaban las chicas normales, pero supongo que estaban ligando con los roadies.

 

- ¿Erais conscientes de estar formando una nueva escena? ¿Cuál crees que fue el papel de los sellos independientes?

Los sellos independientes no nacieron con un propósito concreto, con una especie de misión. Adquirieron su importancia posteriormente. Al principio, eran simplemente el resultado de una situación concreta. Nadie quería sacar tu disco, así que lo tenías que hacer tú mismo. No había un guión previo, de modo que nadie había repartido los papeles. Era realmente difícil darse cuenta de lo importante que eran. Yo no pensaba que estaba haciendo historia, sino que, en todo caso, estaba haciendo mi propia historia. Tenía que hacer un disco, me hice famoso y todo era un poco intimidante, porque, aparte de un invierno helador, todo parecía muy fácil. Siempre pensaba que tendría que pagar un precio… cosa que hice, pasándome veinte años de oscuridad dando vueltas en la carretera haciendo bolos por menos dinero del que me costaba la gasolina.

 

- ¿Os sentíais de alguna manera combatiendo la escena establecida?

A veces pensaba que el negocio musical era un edificio y nosotros nos habíamos colado en el sótano, desde donde lentamente nos dedicábamos a erosionar los cimientos y algún día todo se vendría abajo.

Es difícil saber si era importante… mi foto estaba en la portada de todas las revistas musicales, lo que me hizo pensar que podría ser importante al menos durante unos cinco minutos, pero era difícil verlo como un movimiento porque la verdad es que cada uno iba a lo suyo. Al final, la naturaleza humana y la avaricia parecieron anteponerse al idealismo entusiasta de los primeros tiempos. De repente, la gente que trabajaba para las multinacionales empezó a venirse a Stiff, así que el enemigo se bajó al sótano con nosotros. Ahora, en lugar de mandar a todo el mundo a tomar por culo y llenarles de ruido para putearles se suponía que teníamos que ser amables, lavarnos el pelo con Champú y moderar nuestra música hacia el power-pop.

 

- ¿Cómo fue el hecho de fichar por Stiff? ¿Te dio la sensación de formar parte de algo grande?

Realmente no… la primera vez que fui para allá Nick Lowe le dejé el dinero para comprarse una botella de sidra. Me dijo que iba a producir mi disco. Pensé que era una especie de secretario, porque llevaba un traje y no conocía a nadie que usara traje si no fuera porque trabajaba en una oficina, y me pareció un poco raro que dejaran al secretario producir un disco. Luego me di cuenta de quién era y tuve que hacer algún esfuerzo para parecer amable, porque estaba en el camino de convertirse en el productor del momento.

 

- ¿Cómo fue tu relación con él?

Nunca me devolvió la pasta de la botella de sidra… en serio, Nick Lowe era, y sigue siendo, mi héroe. ¡Le adoro! Nick fue el único productor que supo cómo grabar mi voz.

 

- ¿Estás en contacto con alguien de la época? ¿te gustan los discos actuales de alguno de los que siguen en activo?

Nick, por supuesto. Y los Damned, con los que hice una gira hace tres años. Soy buen amigo del Captain Sensible. Y los Blockheads. No me convence lo que hacen sin Ian, pero les conozco desde hace mucho tiempo. Durante un tiempo viví en la misma calle que Lene Lovich… Amy y yo hicimos un concierto en una iglesia con ella y con Les Chappel, y estuvieron viniendo a nuestra casa para los ensayos. Me acuerdo de estar tocando el bajo en “Lucky number” sentado en el sofá con Lene cantándome casi al oido…. Los cuatro juntos parecíamos algo así como una versión de Abba.

 

- Siempre has tenido influencias algo más americanas que la mayoría de los músicos británicos de tu generación, ¿estás de acuerdo? ¿de dónde venían tus primeras influencias y cómo han ido evolucionando?

Siempre pensé que yo sonaba más inglés que muchos otros cantantes. Ian y yo teníamos algo acerca de cantar en inglés; no queríamos cantar con ese típico acento de americano hablando por teléfono porque eso no sería real. Pero sí, para mí la música siempre ha tenido una gran influencia americana. Crecí escuchando rhythm and blues, blues, soul y jazz. Todo americano y casi todo negro. También escuchaba pop inglés -Beatles, Kinks, Who, Small Faces…- Cuando Stiff fue creciendo llegaron músicos de sesión y se jodió todo, porque eran músicos de blues-rock y la música empezó a quedar fuera de mi control. Yo escribí las canciones, pero el resultado final de los discos no tenía nada que ver conmigo, salvo que yo cantaba, batiéndome el cobre con “los profesionales”.

 

- ¿Es tu primera vez que vienes a España? ¿Tienes alguna idea de tus fans españoles o del público español en general?

Solamente hice cuatro fechas en España, pero fue una gira muy mal organizada, tocando para muy poca gente en salas muy mal acondicionadas. Eso fue en los primeros noventa. Todo el mundo que conozco que ha tocado en España me ha hablado maravillas sobre el público español, muy apasionado y entusiasta. ¡Espero que sea cierto!

 

- ¿Qué expectativas tienes de esta gira?

Espero que todo el mundo disfrute de nuestra música. También espero que no llueva. Tocaremos en tarragona el día de nuestro aniversario de bodas. ¡Será como estar de vacaciones!

 

- Ahora tocas con Amy Rigb, ¿cómo surgió? ¿cuáles serían los elementos comunes entre tu música y la suya?

Tocar es mi vida y la de Amy también. Sería ridículo ahora que estamos casados que cada uno siguiera por su cuenta. Desde el principio fue lo más natural, desde que nos conocimos. Al principio estábamos los dos un poco nerviosos por la reacción del otro. Amy sabe muchísimo de country. Es una verdadera compositora. Yo siempre he escrito canciones porque las necesitaba para formar un repertorio o completar un disco, pero para Amy es su forma de vida. Y te puedo asegurar que sabe cómo hacerlo, porque la verdad es que componer siempre ha sido algo un tanto misterioso para mí. Nunca sentí que sabía cómo hacerlo, sino que simplemente me dejaba llevar y las canciones iban saliendo. Siempre me ha interesado más hacer discos pop que escribir canciones. Dame una canción y yo la grabaré… ¡así que es fantástico tener a una compositora de verdad en casa! Me encanta grabar; en realidad lo que yo debería haber sido es ingeniero de sonido.

Amy es muy buena con los arreglos de voces. Yo canto bien, pero soy mejor bajo la dirección de Amy.

Nos gusta un poco de todo; música potente, country, ruidos raros, bosanova, bubblegum, las guitarras acústicas y las guitarras eléctricas baratas. Y Amy está aprendiendo a disfrutar del jazz. Asi que creo que entre los dos formamos un equipo perfecto.

 

-Vuestro nuevo disco suena bastante diferente a los discos de cada uno en solitario, ¿Qué nos puedes decir de él?

Hombre, sería una puta pérdida de tiempo si sonara igual que lo que hemos hecho por separado. Hay cosas que me gustan y que puedo hacer que nadie habría podido imaginar, y lo mismo pasa con Amy. Simplemente hicimos lo que nos apetecía en ese momento. Creo que la mejor manera de hacer un disco es hacer como si a nadie en el mundo le fuera a importar si lo haces o no. Lo haces simplemente para ti mismo, y luego ya veremos qué pasa. Volvemos a lo             que te decía antes acerca del verano del 76. Éramos felices y creativos porque no le importábamos a nadie y prosperamos como hierbajos que crecen en un solar bombardeado después de una guerra.

 

- ¿Volvereis a grabar en solitario?

No que yo sepa, salvo que Amy tenga algún plan secreto. Estoy produciendo para alguna gente y Amy y yo estamos preparando un álbum de versiones, al estilo del “Pin ups” de Bowie, solo que no se parecerá en nada a él, porque será de Amy y yo. Después de eso prepararemos un nuevo disco con canciones nuevas. Además, estamos en un proyecto paralelo con Ian Button, de Death in Vegas.

 

- ¿Cómo fue tu regreso a Stiff Records?

Inesperado

 

 

Amy Rigby

- Preséntate a tu público en España, donde tus discos no están editados…

Llevo escribiendo canciones, haciendo discos y tocando en directo desde mediados de los ochenta. Empecé en Nueva York, con una banda de country llamada Last Roundup, luego estuve en un grupo de chicas llamado The Shams (Jenny Kaye, el guitarrista de Patty Smith, produjo nuestro álbum), y desde 1996 he hecho discos en solitario. Intento combinar la melodía, la emoción, el misterio y la diversión del rock con letras sobre la vida real.

 

- ¿Cuáles son tus principales influencias? ¿Algún nombre en particular?

Bob Dylan, Carole King, Hank Williams, Loretta Lynn, Pete Townshend, Lou Reed, The Clash

 

- ¿Cómo surgió tocar con Wreckless Eric?

Yo había sido fan de Eric en los setenta, y le redescubrí cuando salió el recopilatorio “Great Stiff”. Yo tocaba “Whole Wide World” en mi repertorio y eso hizo que Eric estuviera pinchando en un concierto que hice en Hull, precisamente la ciudad del nordeste de Inglaterra en la que la compuso. Nos enamoramos y empezamos a tocar juntos hace unos tres años, haciendo algunas canciones suyas y otras mías, así como versiones de viejos discos que nos gustaban a ambos. El siguiente paso lógico era grabar un disco juntos. Creo que los elementos comunes en nuestra música son la melodía, las armonías y la honestidad.

 

- Vuestro disco suena…

Como un niño que se parece tanto a su padre como a su madre, a veces más a uno que a otro, pero creo que también es fruto de una evolución natural… así es nuestro disco. Tanto mis fans como los de Eric están muy contentos con él, excepto quizá los más radicales, lo que puede ser una buena señal.

 

Gracias a Ruta 66 y a Pablo Carrero por esta entrevista

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>