Aunque lo había comprado hacía algunos meses –salió a finales de 2010- “Watercolor day”, de Seth Swirsky fue, junto con “Soundshine” de David Myhr, que aún no había salido, pero yo ya disponía de una copia en cdr, mi disco internacional del verano de 2011. Pero también será, seguro, uno de los que más escuche este mismo verano y, en fin, uno de los discos más o menos recientes que más me han enganchado.
Aunque, por supuesto, su escucha resulta enormemente reconfortante en cualquier época del año, me resulta especialmente propicio para estas fechas por su brillantez y luminosidad, pero también por ese elegante deje taciturno o levemente melancólico de muchas de sus canciones. Un disco perfecto, por ejemplo, para conducir en coche de regreso de la playa…
Esta canción es magnífica, pero en realidad todo el álbum lo es: sus melodías, la delicada pero consistente voz de Swirsky, la profusión de atinadísimos y nunca excesivamente recargados arreglos… “Watercolur day” podría ser, sin ir más lejos, el resultado de unas largas y plácidas vacaciones de los Beatles del 66 en alguna soleada playa de California.
Nacido en 1960, Swirsky empezó escribiendo “jingles” para publicidad y en los primeros años de su carrera como compositor tuvo un enorme éxito con una canción que grabó y popularizó la cantante Taylor Dayne. No sé decir si “Tell it to your Heart” es una buena canción o no, pero sí que la propia Taylor, en diabólica alianza con sus productores, la convirtió en un horrendo ejemplo de lo peor del pop de los 80.
Además, ha escrito –con desigual fortuna- para numerosas bandas sonoras y algunas de sus canciones han sido interpretadas por gente como Al Green, Tina Turner, Celine Dion y otras luminarias no siempre demasiado interesantes.
Felizmente, los propios discos de este finísimo compositor y, curiosamente, gran aficionado al baseball –al parecer es todo un erudito en la materia-, son realmente formidables. Quizá su primer disco en solitario, “Instant pleasure” se quede en un digno notable alto, pero tanto los dos de The Red Button –el dúo que tiene junto a Mike Ruekberg- como este “Watercolour day” son sencillamente imprescindibles
by Pablo Carrero