Ignorante que es uno, nunca había escuchado esta canción hasta que sonó la versión de Paul Westerberg y Joan Jett una plácida tarde de mediados de los años 90 en “Déjate besar”, el programa que por entonces hacía Jorge Albi en Onda 10, todo un oasis en un momento radiofónico bastante decepcionante.
Lo primero que me llamó la atención fue la alianza de semejantes protagonistas. Siempre he sentido el debido respeto por las Runnaways, aunque no las citaría entre mis grupos favoritos. Pero los fabulosos Replacements sí me gustaban mucho y el primer disco de Westerberg en solitario, que había salido ya en 1993, era uno de mis favoritos de la época.
Albi hizo la pertinente presentación y a continuación dejó sonar este formidable ejemplo de pop vibrante, luminoso, guitarrero, chispeante y optimista que resultaba ser nada menos que una creación de Cole Porter fechada en 1928.
Podéis echar un vistazo por ahí y descubrir un montón de versiones (de Ella Fitzgerald o Dinah Washington a Kim Basinger, pasando por Chico Buarque, Diana Ross o el mismísimo Frank Sinatra), pero de todas ellas me quedo sin dudarlo con esta inspiradísima y arrebatada grabación que destila energía y buen rollo.
La grabaron para la banda sonora de la película “Tank girl”, un entretenido y simpático disparate basado en el cómic del mismo nombre que protagonizaba la singularmente atractiva Lori Petty y en la que figuraba también una jovencita –y más atractiva aún- Naomi Watts. El resto del álbum, publicado por Elektra en 1995, es una irregular e inconexa recopilación que junta a Devo con Belly o las por entonces emergentes Veruca Salt con Ice-T. Naturalmente, no faltaban Hole, siendo Courtney Love la “executive music coordinator”.
by Pablo Carrero