Inesperada y sorprendente la colaboración entre dos de los más finos artesanos del pop nacional que ha dado como resultado una auténtica joya de álbum: «A Ticket To Corfu», que a continuación sus dos responsables, ROGER SINCERO y JAVIER DE TORRES desgranan canción a canción para los lectores de Indianazine.
«I saw her dancing»
RS: Fue el primer título que Javier me propuso cuando quedamos en que yo necesitaba inspiración y a él no le importaba proporcionármela en forma de título de canción a ser escrita. Supongo que ha sido curioso para él ver cómo lo que él pensaba que sería al menos la historia de la canción ha variado poco o mucho en mis manos. «Lola», de los Kinks, es una referencia obvia. Pero musicalmente es de lo más Mersey beat de este disco. A Javier le hizo gracia plagiar el inicio de «That thing you do»: hasta tal punto que calcamos hasta los rpm de la de los Wonders. Me encanta poder contar una historia tan sencilla en menos de 2 minutos. La segunda voz de Javier en las segundas estrofas y los saxos de Gustavo creo que acabaron por redondear una tonadilla sencilla y directa. La letra fue motivo de interminables discusiones: al ser la primera que le pasaba, me di cuenta de que debería hacerlo mejor en las siguientes para no ser auditado a cuchillo para que cada frase estuviera escrita de la mejor manera posible. Para mí, ha sido una novedad discutir con alguien sobre una letra escrita por mí, y la verdad es que ha sido muy enriquecedor.
JDT: Tiene la duración perfecta y no tiene trampas de estructura (solos o puentes para repetir el estribillo). al recibirla supe que nos íbamos a entender bien. Tiene aire de clásico instantáneo, es la típica canción que uno siempre quiere volver a escuchar y que pone de buen rollo. me gustaba tanto que la quise cantar, pero no funcionaba.
«Unusual skills»
RS: Ese costumbrismo melancólico tan de Javier que trasladado al inglés no pierde ni un ápice de su encanto. No conozco a nadie que no haya sonreído al escuchar «Torrejón de Ardoz». Isa estaba con la voz tomada (y embarazada de 8 meses), y se nota: a mí me encanta el color de su voz. Le dimos caña para que lo hiciera al final de una sola y brillante toma. He aprendido que a veces no hace falta meter y meter pistas. Un poco de percusión por aquí, un piano que suena de muerte, una voz preciosa y sugerente. Y, sobre todo, ese concepto tan poco conocido para mí de que hay que dejar que el oyente pueda participar también: no llenes la canción con todo lo que se te ocurra, que el que escucha pueda meter su propia voz o percusión para acompañarte. A mí me parece que es como si el mejor Billy Bragg se pusiera a componer pensando en Lennon escribiendo para que cante Judy Collins. Toma ya.
JDT: Llevo un tiempo intentando reescribir Acrosss The Universe, no puedo evitarlo.
«Bewitched»
RS: Desde un principio, Javier quiso que cantáramos cada uno una parte. Yo, la más delicada; él, la más royorbisoniana. A piano y voz, con esos primeros acordes que me traían «The Greatest» a la memoria, con esa cadencia, la canción me pareció un clásico instantáneo. En el estudio creció y creció. Juande nos maravilló con la púa multiorgásmica, la que en una sola toma hace que, en vez de una guitarra de 12 cuerdas, parezca que hay 10. El hammond, las cuerdas mellotronianas, todo muy Jeff Lyne, por supuesto, con esa letra que podría haber cantado Orbison tan ricamente. La producción tuvo sus dudas, que si más de esto, menos de lo otro, porque esta es de las que queríamos hacer grande. Unos trucos más tarde estamos ante una de mis favoritas: hay que pincharla en bucle de repetición, que se hace muy corta.
JDT: Si es así, objetivo conseguido.
«Reconsidering»
RS: Mi favorita durante muchas semanas. A la letra le doy una interpretación diferente a la que le da Javier, y eso me gusta. Es pequeñita, un poco Eels, y eso son palabras mayores. El ambiente que se crea con los platos y el «cenicero» es un gran acierto. Creo que le dije a Javier muchas veces que me parecía, letra aparte, una de las canciones más tristes de la historia; y que me recordaba mucho a «Holocaust», de Big Star. David la canta de manera genial. Es la primera vez que le escucho cantar, y me imaginé una voz mucho más ronca, no sé por qué. Es gracioso cómo hicimos cambiar a un americano su manera de pronunciar para hacerlo en plan British, en una palabra.
JDT: Pero la letra tiene algún punto irónico que marca distancia y quita gravedad, creo (didn´t we have a yard?). Cuando empecé a hacerla al piano me recordaba a las baladas de Coldplay. Creo que al final salimos airosos. nunca olvidaré a Juande manejando el pedal de sustain mientras yo tocaba (lo dejo siempre pulsado y causa interferencias armónicas). Es casi como tocar dos personas una misma guitarra.
«Colette»
RS: La más cinematográfica de todas, para mí. Me imagino el vídeo: Javier en un KFC escribiendo una postal, con un cartón de vino escondido dentro de la roída gabardina. Musicalmente me pedía hacer power pop. Yo la veía muy Costello, pero del Costello de los primeros discos con los Attractions. Javier, sin embargo, la quiso llevar a otro sitio, y creo que fue un acierto. Con esa batería que parece una caja de ritmos y no lo es, pero casi. Con ese piano que marca cada acorde de forma algo fúnebre, y con esos teclados tan ochenteros que le dan ese toque tan especial. De nuevo apelando a la nostalgia, en mi opinión, aunque probablemente Javier no lo vea tan así.
JDT: La letra, sí, es un ‘ubi sunt’ (those were te brightest days…). Pedía guitarras, por eso mismo no se las dimos, pero las escucho cada vez.
«Song for Noel»
RS: Noel es mi primer hijo. Esta melodía es de antes de que él naciera. Estaba aparcada hacía meses. Y dado ese aire nanístico, se me ocurrió dedicársela a él. Es muy sencilla, y guitarra, voz y batería están grabadas casi a la primera, cosa que creo que no había hecho hasta este disco. La letra es fácil de entender. Pretende ser dulce. Noel seguro que hablará inglés mucho mejor que yo y le hará gracia que su padre le dedicara una canción en inglés. El pudor me ha podido a la hora de escribirle algo en castellano, aparte de un par de canciones que le canto en casa y quedarán siempre entre él y yo. Lo que dio el toque de clase definitivo a esta canción fue la segunda voz, la de Javier, haciéndole de Paul Simon a este Garfunkel de pacotilla. Es gracioso, porque en los Happy Losers llevo años haciendo este tipo de voces a Tony y a Pepe, y esta vez es Javier quien me la ha hecho, pegándose a mí como un guante a una mano. Creo que ha quedado digna, y Noel no se avergonzará mucho de su padre.
JDT: Probablemente es la canción más bonita del disco, el tiempo lo dirá. Cuando Roger me dijo que quería hacer una canción para su bebé entré en pánico, aunque nunca le dije nada. Esas cosas tienen mucho peligro, lo sabe Antonio Flores. Porque se canta lo que se pierde, que decía el poeta, o lo que nunca se ha tenido, la felicidad propia es irritante para el prójimo. El caso es que salió bien. La letra es dulce, claro, no podía ser de otro modo, pero el resultado de conjunto creo que no empalaga.
«A ticket to Corfu»
RS: Esta creo que es la que más ha crecido desde la maqueta piano/voz de Javier, a pesar de que ya en dicha maqueta algunos de los arreglos estaban incorporados. Las ideas de Juande aquí son determinantes: el solo de guitarra a lo Harrison es una pasada, por cómo está tocado y por cómo suena. El saxo que le da ese reposo necesario acompañando lo que Javier va diciendo al pobre y, al parecer, merecido cornudo. Ese saxo es mi favorito del disco, esa calma de saxo y teclado de fondo es de una elegancia preciosa, en mi modesta opinión. Peleamos por los samples de voces, pero pelear con Javier por estas cosas no tiene sentido porque tiene muy claro que tienen que ir y van. Y ya está. Me fijo en los bajos: Juande los tocó todos, con diferentes bajos. Cuando los había apenas los oíamos, porque una de sus virtudes es tener la música baja en el estudio: de mucho agradecer. Pero luego, puestos en su sitio, con ese sonidaco que ha sacado a todos, me encanta: no solo las líneas, también el sonido, que es de mucha categoría.
JDT: Solo añadir que el solo a lo Harrison se lo silbó servidor, no es por quitarle mérito…
«That was in Chelsea»
RS: Este era el cuarto y último título propuesto por Javier (para «Song for Noel» y «Touring with my band» no hizo falta). Se me acababa el plazo (me daba de media un par de semanas para que escribiera la canción). Estaba atascado. Tenía una melodía y una letra. Javier, muy correcto, me había dicho que no estaba mal. Pero a mí no me convencía nada. Era martes o miércoles por la noche. Lo sé porque el Madrid estaba mordiendo el polvo en Dortmund en semifinales de la Champions. Yo estaba disfrutando, como buen colchonero. Y por alguna razón agarré la guitarra, pensé en escribir algo sobre fútbol, y me salió esto, con mis adorados Teenage Fanclub, obviamente, en la cabeza. A Javier esta vez sí que le gustó la canción. Yo respiré aliviado porque tenía mis 6 canciones para el disco. Hacía un par de meses, cuando había aceptado el reto de escribir 6 canciones en lo que para mí es tan poco tiempo, pensaba que no sabía dónde me metía y que iba a fracasar estrepitosamente, sobre todo porque Javier, igual que Tony Loser, tiene una facilidad para escribir y escribir y escribir con la que yo jamás podré competir. Probablemente, donde yo sudara y sufriera para parir melodías con sus letras, él habría escrito ya del orden de 3 LP completos en castellano. Esta fue fácil en el estudio. Juande le dio el toque Creedence que a él le pedía, rompió el sonido del bajo, Javier metió sus preciosas melodías de mellotrón por aquí y por allá, Isa hizo una estupendísima e indíesima voz en el estribillo, y los Happy ayudaron con más voces en el middle-8, porque, sí, amigos, esta canción tiene hasta middle-8 (puente, que decimos los castizos). Y yo, claro, en la piel de Javier, porque en mi vida he estado en Stamford Bridge, y menos, en Dortmund. Eso sí, en Madrid y en el Calderón, muchas veces.
JDT: Fue mi favorita al principio, luego desbancada por ‘Song for Noel’. La firmaría, con esa letra con viajes, despedidas y reencuentros, y fútbol. Muy redonda.
«It’s always Summer»
RS: Esta canción tan pequeñita debería haber sido algo más largo. De hecho lo era, pero no convencía: ni a mí ni a Javier. Pero el estribillo nos parecía que tenía algo especial. Así que, cuando yo ya la daba por perdida porque no sabía cómo hacerle dos estrofas, un puente y un no sé qué, Javier se sacó de la manga una versión a piano y croonerizada genial en la que no había más que la melodía del estribillo con un final que cierra la melodía de modo sentido. Olvidó que yo tenía letra y le hizo la letra desde cero conservando solo el título y las primeras frases. Y fue genial, porque encajó a la primera esta inocente letra de amor veraniego y de amor por el verano, y lo que ello significa. Grabamos la guitarra y la voz en casi una toma e intentamos meterle piano, batería, bajo, de todo. Pero Juande vio claro que esta canción tenía que ser así, un par de tipos cantando en una hoguera en un campamento de verano preCOU, poco más. Y creo que fue un acierto, porque quedó muy bien. Javier la canta genial, yo la cantaba muy mal, sin creérmela.
JDT: La melodía es un poco ‘Over the Rainbow’. La hemos hecho pequeña, pero creo que esa melodía son palabras mayores, en Broadway matarían por los derechos. Si la hubiésemos hecho con piano, costellizada, habría quedado tal vez ampulosilla. hay quizá algo de soberbia en tener una melodía así y no desarrollar ni adormar más la canción, pero creo que es buena idea.
«Somebody’s girl»
RS: Es la que menos me gusta del disco y, de hecho, he intentado en varias ocasiones sacarla… Pero Javier no me lo ha permitido. La escribí estando de relajadas vacaciones en Lanzarote. Javier supongo que pensaría que hablaría de lo jodido que es que te mole la chica de otro. Pero me dio por darle por saco y ponerme en la piel de una chica que lo que quiere ser es básicamente una mujer florero. Obviamente creo que debería haberla cantado una chica, pero al final la canté yo con la voz más «dulce» que pude. Isa ayudó a reforzar con respuestas en los estribillos. Y Juande y su bajo, guitarra y hammond le dieron el aire saltarín que merecía. Aun así, no me convence, y creo que la gente le dará al skip cuando llegue a ella. Como apenas he hablado de Gabriel, el enorme batería que en una mañana de domingo se las grabó todas, pues decir que aquí el tío creo que percibió claramente mi agobio al tocar y tratar de grabar en directo, cosa a la que no estoy nada acostumbrado: agradezco su paciencia y su infinita profesionalidad: sus baterías son preciosas, no solo por lo que hace, sino por lo bonitas que suenan.
JDT: Es una buena canción pop, sencilla, que se queda enseguida. No pretende más. Alguna feminista puede protestar por la letra, no obstante ser Roger un esforzado padre de familia.
«My girlfriend works for a British bank»
RS: Javier haciendo de mí en una canción que bebe de ese pop costumbrista que tan bien hacen tipos como los Fountains of Wayne. Yo nunca podría haber escrito esta letra, ni en castellano ni en inglés. Pero Javier es un especialista en estas cosas. Es la que tiene el aire más indie de todo el disco, por eso de las guitarras muy saturadas de fondo haciendo un colchón con el piano. Fue genial ver cómo Javier hacía percusión dándole golpes a la caja de un timple canario o algo parecido. Los Happy acompañan en los coros. Espero que algún día Noel y Liam, o Sean, o Julia, o Prudence, o Anna o Michelle hagan una versión de esta canción, en el estilo que quiera que esté de moda (o no) allá por el año 2030. Seguro que ponen nuestros nombres en puerta.
JDT: Fue la canción fundacional de la idea de este disco. porque al principio acordamos que Roger cantaría canciones mías en español (y yo las suyas en inglés). Pero al rechazar él este título, inspirador donde los haya, la escribí yo (por primera vez en la lengua del imperio, a mi tierna edad). Y me decidí a escribir en inglés. Para mí ha sido liberador: me reconcilia con la melodía como prioridad, me quita la presión que yo mismo me pongo para escribir letras en castellano.
«Touring with my band»
RS: Originalmente escrita para el disco viajero de los Happy Losers, al no tener cabida la rescaté para A ticket to Corfu. La escribí después de ver la actuación de Style Council en el Live Aid de Wembley de primeros de los ochenta. No quiere decir que la escribiera a la tierna edad de 10 años, sino que me puse el vídeo en el bendito YouTube y me sentí inspirado para, por primera vez en mi vida, atacar con ánimo una canción soulera. No me convencía en mi voz. Y tampoco lo hacía en la de Javier al principio. De hecho, se lo dije. Pero, poco a poco, fue convenciéndome, y llegó un punto en que no la veía cantada por nadie más (había especulado con la posibilidad de que la cantara alguna chica de voz negra a la que aún estoy por conocer). La letra es sinceramente descriptiva de uno de tantos fines de semana de concierto fuera de Madrid con los Happy Losers. El saxo de Gustavo le dio ese toque de estilo que le faltaba: Juande lo redondeó llevándolo a un sonido más Bowie. Creo que fue acertado que Javier la propusiera como cierre. Dan tuvo la genial idea de meternos a Javier, a mí, a sí mismo y a Pepe y Tony Loser en el estudio para cantar esos «coros de fútbol» tan geniales que al final parecen invitar al Sargento Pimienta a aparecer por allí para poner orden.
JDT: Siempre agradeceré a Pepe Loser que la descartara, negro es su futuro como A.R (aunque K. Richards dijo que Satisfaction no era comercial, hay errores peores). Un poco larga, quizás, pero una estupenda canción. y sí, yo la canto con más hombría que cualquier Loser. Una voz rota le habría ido aún mejor, pero lo único roto que tenemos es la esperanza (toma ya).
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Carlos dice
Enhorabuena a los dos, siempre es un gustazo escuchar música que sale de la original y propia visión de la vida. Y encima se puede bailar! Puedo ir a la presentación ya?