Los sellos independientes no eran un fenómeno nuevo en la Inglaterra de 1977, pero la irrupción de punk, con la consiguiente aparición de un buen montón de nuevas bandas, propició el surgimiento de una nueva camada de modestas -y no tan modestas- discográficas que actuaban con criterios propios, al margen de los cánones multinacionales, contribuyendo decisivamente a propiciar toda una auténtica edad de oro para la música independiente.
El periodista británico Richard King (colaborador de medios como “Vice” “The Guardian” o “The Observer”, pero también integrante de la plantilla de Domino Records durante casi quince años, entre otras ocupaciones íntimamente relacionadas con la escena musical) ha seguido el rastro de buena parte de los más importantes sellos de finales de los setenta y de la década siguiente, haciendo acopio de una cantidad ingente de entrevistas con sus protagonistas y dando forma a “Freak Scene”, un ambicioso mosaico en el que se da cuenta de la peripecia vital de etiquetas como Postcard, Factory, Creation y otras muchas, así como de sus casi siempre muy singulares directivos.
Basándose en cientos de horas de conversaciones con muchos de los personajes clave de la época (incluyendo una larga nómina de oportunos personajes secundarios), King aborda en más de quinientas páginas un proyecto ambicioso y a priori ciertamente atractivo, ofreciendo profusión de detalles, fechas e hitos, recomponiendo la trayectoria de sellos y grupos, en la que mandaba casi siempre el entusiasmo y la espontaneidad, la capacidad de improvisación y, también, el escaso talento para la planificación a medio plazo y el manejo de las cuentas.
“Freak Scene” es interesante y tienen momentos trepidantes y divertidos. Sin embargo, el parecido en la idiosincrasia y trayectoria de la mayoría de aquellos sellos y, precisamente, la sobreabundancia de información hace que la lectura se haga por momentos algo pesada.
Pablo Carrero