La segunda novela que ha caido en mis manos de Don Winslow, SATORI, es desde luego, una novela con una génesis curiosa: se trata de la continuación de una novela de espías que fue todo un best-seller a finales de los 70. La novela se titulaba SHIBUMI y estaba escrita por un autor conocido por el seudónimo de Trevanian. A la muerte de éste, sus herederos le pidieron a Don Winslow, fan de la novela original, escribir una continuación. Y lo que finalmente ha hecho Winslow, no es escribir una continuación ni tampoco una pre-cuela. Lo que ha hecho es centrarse en detallar un episodio mencionado en la novela original. Algo así como rellenar un hueco en la historia. Pero empezemos por el principio…
SHIBUMI, publicada en 1979, es una novela que en principio podría parecer una más de las múltiples novelas de espías muy de moda en esa época. De hecho, debo reconocer que durante la lectura de sus primeras páginas empecé a temerme lo peor, aunque afortunadamente poco a poco lo que parecía una novela barata de espías de la época, se va convirtiendo en toda una interesante narración histórica de casi 50 años del siglo XX. Una historia sostenida por su protagonista absoluto: Nicholas Hel.
Aunque no voy a entrar en detalles de la trama, sí que merece la pena centrarse brevemente en el personaje de Nicholas Hel, que sin duda es lo más interesante de la novela y seguramente la principal motivación de Winslow para escribir su continuación. Nacido en los años 30, hijo de una exiliada aristócrata rusa y de un general alemán y huérfano desde pequeño, crece y se educa primero en China y luego en el Japón previo a a la Segunda Guerra Mundial. Tras la derrota japonesa, este apátrida oriental con rasgos occidentales mediante su conocimiento de los diversos idiomas aprendidos acaba trabajando para el ejército americano de ocupación. A partir de ahí su sentido japonés del honor le llevarán a una larga condena en prisión y a verse obligado a realizar un “trabajo” en China para los americanos con el fín de conseguir su libertad. Es este trabajo, que la novela original pasa muy por encima, el tema argumental de la novela de Winslow. A pesar del poco detalle que se ofrece de la misión, si queda claro que marcará toda la vida posterior de Hel, que por cierto acabará estableciendo su residencia en el País Vasco francés donde convivirá con miembros de ETA. Esta ambientación parece que también contribuyó a la popularidad de la novela en nuestro país.
SHIBUMI es una novela muy interesante cuyo principal defecto para mí es el un tanto desmesurado abuso del detalle en la descripción de algunas escenas, lo que contribuye a lastrar un poco su agilidad narrativa.
Y llegamos por fín a SATORI, la novela de Don Winslow centrada en la misión de Nicholas Hel en China. Una misión que en manos de Winslow se convierte en toda una aventura épica a través de China, Laos y Vietnam. Una historia que comienza como una de espionaje al estilo digamos de John Le Carré, pero cuya acción y violencia se va desmadrando hasta llegar a algo que deja en pañales a James Bond… La grandeza de Winslow es haber respetado la forma detallista de narrar de Trevanian (afortunadamente sin pasarse) y la personalidad del protagonista, para crear una historia que profundiza y ayuda a explicar toda la historia cronológicamente posterior relatada en la novela original con constante guiños al “futuro”.
SATORI es una novela bastante más amena y entretenida que su progenitora, SHIBUMI, aunque creo que gana bastante si se ha leido ésta. Pero desde luego lo que Winslow siempre le deberá a Trevanian es la sólida base que representa un personaje inolvidable como Nicholas Hel.
by joseluis garcés
ricardo says
Todo bien, pero el nombre es Nicholai no Nicholas