En un recinto peculiar pero con bastante buen sonido, se presentaba en Madrid el norteamericano ERIK VOEKS acompañado por primera vez de una banda, ya que sus anteriores conciertos habían sido en solitario. La impecable banda que le acompañaba, The Spanglish Settlement, la componían su batería de toda la vida: Patrick Hawley y dos portentos del panorama nacional como Juan Ferrari y Pepe Bermejo a la guitarra y al bajo respectivamente.
Debo reconocer que a ERIK VOEKS le conocí hace no demasiado y me sorprendió ir descubriendo la gran veneración que le tenía alguna gente cercana a mí, considerando que se trataba de un artista con tan solo un LP publicado hace 20 años. Afortunadamente en los últimos tiempos, un par de EPs y algún single, le han devuelto de alguna manera a la actualidad.
El concierto demostró que el amigo Voeks sobre todo tiene un gusto exquisito y unas deliciosas canciones rebosantes de elegancia y grandes melodías.
La verdad es verle en directo me permitió entender el por qué tanta gente le considera uno de los grandes artistas de los 90.