Sorprendentes y algo preocupantes similitudes entre las dos últimas miniseries que he podido ver de la HBO. Sorprendentes por su aparente alejamiento: una es americana pero la otra está producida en la República Checa por la rama centro-europea de la cadena conocida como HBO Europe. Y preocupantes porque algunas de esas similitudes parecen formar parte del nuevo libro de estilo que la cadena viene aplicando a sus series de corte policial desde True Detective. Un estilo caracterizado por un parsimonioso ritmo narrativo para unas historias bastante deprimentes y con personajes rebosantes de tristeza. Series que se pueden catalogar de todo menos de divertidas. En un símil musical, la HBO parece haber abandonado el rock’n’roll para abrazar el indie más triste y atormentado.
La primera, SHARP OBJECTS (Heridas Abiertas en su título español) está basada en una novela de Gillian Flynn, la autora de Perdida, cuya acción tiene lugar en un pequeño pueblo de Misouri cuya economía gira en torno a su industria porcina. El anonimato y la aparente tranquilidad de la población se viene abajo con la aparición de dos niñas brutalmente asesinadas. Con un elenco protagonista principalmente femenino, la serie ha sido una de las apuestas de HBO para repetir el éxito de la estupenda Big Little Lies.
La segunda, PUSTINA (Wasteland en su muy descriptivo título en inglés), la miniserie checa, toma su título del nombre del pueblo donde sucede la acción. Un pequeño pueblo cerca de la frontera polaca a punto de desaparecer por los planes de expropiación que una compañía minera está intentando llevar a cabo y que es la principal inquietud de la población hasta que se produce la desaparición de la hija menor de su alcaldesa, principal opositora a la expropiación.
- Ambas son miniseries de 8 episodios cuyo formato es realmente el de una película de casi ocho horas troceadas para su visionado en capítulos.
- Ambas se sitúan en pequeñas poblaciones que se muestran como claustrofóbicas prisiones donde los patrones de conducta parecen condenados a repetirse generación tras generación.
- Ambas tratan casos de crímenes con menores como víctimas donde la investigación de los mismos deja entrever la poco estimulante existencia a la que se ven abocados sus habitantes, especialmente los más jóvenes.
- Ambas mantienen un ritmo lento y un carácter angustioso y desolador que personalizan de manera muy especial sus protagonistas femeninas.
Es difícil que una serie de HBO no tenga argumentos que a priori hagan merecer su visionado. Las dos series referidas los tienen. El problema es cuando el engarce de todos esos argumentos no consigue insuflar suficiente vida al resultado. Porque todas las similitudes mencionadas chocan con lo que es la mayor diferencia entre las dos series: la primera se hace aburrida a pesar de intentar desesperadamente mantener el interés mediante un mareante montaje a base de trepidantes flashbacks y la segunda con muchos menos artificios consigue mantenerte atrapado gracias, muy especialmente, al trabajo de unos actores extraordinarios.
Volviendo a los símiles musicales, hay canciones que suenan muy bien, tienen estupendos arreglos, buenas voces y excelente instrumentación… y no llegan a ser grandes canciones. Ese gran envoltorio como mucho consigue que simplemente se dejen escuchar. En cambio otras canciones mucho más básicas y con instrumentaciones menos cuidadas consiguen engancharte de por vida.
joseluis garcés
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