Comenzaré con un titular dirigido a todos los que en estos tiempos han perdido la paciencia para leer textos superiores a los 140 caracteres: “JUSTIFIED es una grandísima serie que de haber sido producida por la HBO todo el mundo hablaría de ella como de una obra maestra.” Ahí queda dicho en 131 caracteres. A partir de aquí el que quiera saber algo más, que siga leyendo.
JUSTIFIED es una serie de la cadena FX. Una cadena mucho menos cool que las reinas del cable americano (HBO, Showtime y AMC), lo que tampoco es de extrañar, ya que forma parte del imperio FOX, que no se caracteriza precisamente por su progresismo intelectual… Una lástima que a veces los prejuicios no nos dejen disfrutar de las excelentes series de una cadena que ha sabido compaginar ciertos aspectos consustanciales al conservadurismo republicano (héroes testoterónicos, mucha violencia y más erotismo que sexo), con unos apasionantes guiones que retratan de una manera bastante brutal las miserias del sueño americano.
Series como THE SHIELD, que incluso algunos se han atrevido a comparar con The Wire (posiblemente los que no la hayan visto…), DAMAGES, SONS OF ANARCHY o la maravillosa THE AMERICANS, creo que invitarían a considerar un poco más en serio las producciones de FX. Y eso sin hablar de que también son los responsables de LOUIE o FARGO…
En cualquier caso y volviendo a la serie que nos ocupa, JUSTIFIED, de inicio cuenta con el aval de estar basada en una historia de ELMORE LEONARD, un excelente escritor de novela negra y que debo confesar fue el aliciente que me empujó a visionar la serie venciendo mis prejuicios iniciales. El argumento de un marshall en los tiempos actuales que se comporta como los del viejo oeste, utilizando su extraordinaria habilidad para desenfundar más rápido que nadie, no parecía demasiado interesante en sí mismo, pero en manos de unos excelentes guionistas impregnados del espíritu de la historia original de Leonard, se convierte en una serie inolvidable donde curiosamente el personaje menos interesante acaba siendo el protagonista.
Y es que el catálogo de secundarios memorables es apabullante. Empezando por ese personaje que comienza siendo casi un cartoon y que poco a poco va creciendo y adueñándose de la serie hasta convertirse realmente en el protagonista de la misma: un extraordinario Walton Goggins (que por cierto también acabó adueñándose de The Shield) en el papel del inovidable Boyd Crowder. Pero el resto de personajes freaks que circulan por este western de serie negra ambientado en el rural Kentucky, es impresionante. El desfile continuo de brutales delincuentes catetos es sin duda lo más destacado de la serie y lo que la hace además sumamente divertida.
Vista en perspectiva, una vez finalizadas sus seis estupendas temporadas, creo que la primera es posiblemente la más floja, por lo que mi recomendación para quien empiece a verla es que no saque conclusiones precipitadas. Merece la pena darle algo de tiempo para ir entrando en un universo que sobre todo al principio puede parecer quizás absurdo, pero que poco a poco va pasando de disfrutable a imprescindible.