PUBLIC ENEMIES es una más que interesante miniserie de la BBC.
Y ahí podría terminar mi comentario. Con eso debería bastar para cumplir el objetivo que pretendo con estos artículos del blog: recomendar series que no deberían pasar desapercibidas a los buenos degustadores de la mejor cinematografía televisiva. Poco se puede añadir como recomendación a la susodicha frase, que incluso dentro de su brevedad podría ser considerada redundante al utilizar el adjetivo “interesante” referido a la BBC… Quizás comentar algunos detalles sobre de qué va la serie y es este caso particular mencionar un “pero” que a mi juicio deja en sobresaliente lo que pudiera haber sido de matrícula de honor…
Empecemos hablando de la historia: PUBLIC ENEMIES es una miniserie de tres episodios que cuenta la historia de un ex-convicto, Eddie Mottram que sale en libertad condicional tras 10 años en prisión por el asesinato de su novia cuando apenas era un adolescente. La agente de la condicional Paula Radnor, que es encargada de supervisar y dirigir su reinserción, precisamente acaba de reincorporarse a su puesto tras una suspensión por una serie de errores que permitieron que otro ex-convicto bajo su tutela volviera a matar. Este precedente hace, que decidida a que no le vuelva a ocurrir lo mismo, se muestre especialmente dura con la reinserción de Eddie.
El guión (hasta los últimos 5 minutos… luego hablaremos de esto…) es magnífico y las interpretaciones memorables, consiguiendo una intensidad y un realismo casi documental donde aparecen muchos temas susceptibles de debate sobre el sistema judicial, el penal, la actitud de la sociedad hacia los ex-convictos, etc. Lo bueno es que durante toda la serie, no se percibe adoctrinamiento ni una clara toma de postura hacia los personajes. Toda la historia discurre en un clima de ambigüedad moral que la hace más interesante en sus incertidumbres. Lo malo es que todo eso sucede hasta justo 5 minutos antes del final…
El ‘pero’ que mencionaba antes, es que en los últimos minutos y de manera un tanto precipitada, se busca un cierre a la historia, que a mi juicio no hacía falta. Debo confesar que me cabrearon bastante esos 5 minutos finales que parecen destinados a contentar al público que busca que todo quede atadito y respondido al final de una historia. Casi siempre lo sugerido tiene mucha más fuerza que lo afirmado y en este caso una historia que podría haber crecido en su final dejando muchas cosas sugeridas, se hace más pequeña al comprimirla con un innecesario cierre.
Pero también es cierto que esos pocos minutos no deberían restar valor a una serie magnífica en su conjunto.