Refinados artesanos del pop desde mediados de los 90, Bronco Bullfrog mantienen desde la edición de su primer álbum una consolidada condición de banda de culto, alejada desde luego de los circuitos comerciales, pero apreciada como un valiosísimo tesoro por un nutrido puñado de seguidores.
En cada una de sus grabaciones Bronco Bullfrog demuestran su capacidad para asimilar influencias elementales (Beatles, Hollies, Badfinger, Who…) y lograr al mismo tiempo un sonido único, perfectamente reconocible; su capacidad, sobre todo, para escribir canciones asombrosamente bonitas y emocionantes, canciones que brillan a la altura de los clásicos de los sesenta y que constituyen hoy, en pleno siglo XXI, un eficacísimo bálsamo contra la mediocridad.