Verdadero artesano del pop, Michael Carpenter es uno de los talentos más sobresalientes del power-pop australiano. Batería de los añorados Pyramidiacs, productor de la mayoría de los mejores discos del pop antipódico de los últimos lustros y responsable de una sólida carrera en solitario, Carpenter es toda una institución en la escena alternativa australiana.
Sus discos (tanto en The Finkers, como en Pyramidiacs, The Subahip y, desde luego, los firmados en solitario) constituyen felices remansos de pop cristalino en los que las brillantes melodías se quedan con los papeles protagonistas, vistiéndolas con un consistente armazón de guitarras y atinados y eficaces arreglos.
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