De entre los muchos cantautores eléctricos que en los últimos años han venido a revitalizar la muy nutrida escena del rock de raíces americano, el neoyorquino Michael Shelley es sin duda uno de los más especiales y atractivos. Lo es, en primer lugar, por su enorme categoría como compositor, siendo capaz de escribir formidables canciones de apariencia tremendamente sencilla pero de sustancioso fondo. Los es, además, por su habilidad para lograr el equilibrio perfecto entre los sonidos procedentes de la tradición country-rock americana y el pop quintaesencial de los Beatles o Big Star.