Además de uno de los guitarristas más elegantes y con más clase del panorama nacional, el gijonés Octavio Vink es un compositor de enorme valía. Buena prueba de ello es la discografía de The Heartbeats, la banda que lideró en los años noventa, o sus contribuciones al repertorio de glorias del power-pop nacional como The Crépitos y Protones.
Cuando su ciudad se veía invadida por el el “noise – pop” y la influencia de los grupos alterativos americanos del momento, los Heartbeats apostaron por las guitarras y las buenas melodías, componiendo un sólido repertorio de pop atemporal.