Desde siempre, Australia ha sido una extraordinaria cantera para el más vigoroso y vitalista pop de guitarras. La aparición de The Richies supuso una fugaz pero valiosa contribución a una escena cuajada de buenos grupos. Se trataba en realidad de la banda que servía de vehículo al talento de Charles Davies, un inspirado compositor, cantante y guitarrista de Melbourne que reclutó nada menos que a los PYRAMIDIACS como banda de acompañamiento.