
No creo que ninguna versión que haya hecho nadie de cualquier canción de los Beatles mejore a la original, pero sí que hay quienes hicieron mejor que ellos versiones de canciones ajenas. Un buen ejemplo es esta preciosidad de Burt Bacharach, Luther Dixon y Mack David lanzada originalmente por las Shirelles en 1961 y recuperada por los Fab Four para su primer álbum, “Please please me”, un par de años más tarde.
La versión original fue un notable éxito, sobre todo en Estados Unidos, pero fueron los Beatles, naturalmente, quienes multiplicaron su popularidad con una versión correcta aunque tampoco especialmente lucida.
Hay otras muchas versiones, como, también en los primeros sesenta, las de Dave Berry o Cilla Black, pero mi favorita, a mucha distancia, es la que hicieron Nick Lowe y Elvis Costello en 1984, en un tono, por cierto, similar al que usaron el propio Lowe y su compinche Dave Edmunds en su Ep de versiones de los Everly Brothers, disco que se regalaba junto al maravilloso “Seconds of Pleasure” de Rockpile.
Relajada, intimista, perezosa y emotiva, la versión se sustenta en las guitarras acústicas y, sobre todo, las voces de estos dos intérpretes que convierten en una joya cualquier cosa que caiga en sus manos.
by Pablo Carrero