Es de suponer que el éxito y prestigio de “True Detective” ha ayudado lo suyo a la publicación y el lanzamiento en nuestro país de la primera novela de su creador, Nic Pizzolatto, lo que no quiere decir precisamente que “Galveston” no atesore unos cuantos méritos notables. Eso sí, parecería algo exagerado compartir la opinión de Dennis Lehane (sin duda mucho más puesto que un servidor en estos territorios) según la cual nos hallamos ante la mejor novela negra de la última década.
Abundan en “Galveston” los ingredientes arquetípicos en el género (amenazas, asesinatos, venganza, alcohol, drogas, extorsión, bajos fondos, gente de peculiares criterios morales, hostias a mansalva…), pero lo cierto es que, sin aportar novedades deslumbrantes, Pizzolatto se esfuerza por mantener un estilo eficaz, reconocible, pero al mismo tiempo ciertamente personal.
La novela relata la historia de un matón a sueldo de un mafioso en una Nueva Orleans asfixiante que, tras sufrir un intento de asesinato por parte de su jefe, es él quien acaba liquidando a los sicarios y se ve obligado a huir, acarreando el peso a veces insoportable y a veces liviano y dulce de una chica apenas adolescente y una niña de cuatro años…
La narración es enormemente ágil (se lee de un tirón), los personajes son retratados con notable profundidad, y el relato ofrece algunos giros sorprendentes e impactantes.
Una novela sólida y atractiva, en la que se combinan sordidez y lirismo, desencanto y esperanza.
by Pablo Carrero