TRAPPED. Un gran descubrimiento
Lo mejor de 2015 según Lukah Boo
Como ya viene siendo tradicional, nuestro amigo y colaborador Lukah Boo es el que un año más inaugura el año en INDIANAzine, con su opinión sobre lo mejor de los pasados doce meses.
Aquí tenéis su Top 10 de discos, películas, series de TV y libros de 2015:
1. Destroyer – Posion Season
2. Martin Courtney – Many Moons
3. Sufjan Stevens – Carrie & Lowell
4. John Howard and the night mail
5. Tobias Jesso – Goon
6. Circa Waves – Young Chasers
7. Keath Mead – Sunday Dinner
8. Ron Sexsmith – Crousel One
9. Rhett Miller – The Traveller
10. Father John Misty – I love you, honeybear
LIBROS
1. Los Millones – Santiago Lorenzo
2. Canciones de amor a quemarropa – Nickolas Butler
3. Volga, volga – Miljenko Jergovic
4. Peligro de derrumbe – Pedro Simón
5. Funny Girl – Nick Hornby
6. Lost in Pop – Giles Smith
7. Historia de la II Guerra mundial – J. E. Galán
8. Qué fue de Sophie Wilder – Christopher R. Beha
9. Todo Modo – Leonardo Sciascia
10. Los Turistas – Jorge Carrión
SERIES
1. The Leftovers (T2)
2. Halt and Catch Fire (T2)
3. Fargo (T2)
4. Fortitude (T1)
5. Show me a hero (T1)
6. The Affair (T2)
7. Mr. Robot (T1)
8. Mad Men (T7)
9. House of Cards (T3)
10. Better call Saul (T1)
PELÍCULAS
1. Birdman
2. Whiplash
3. Inside Out
4. Youth
5. Beast of no Nation
6. Star Wars
7. Love and Mercy
8. Big Hero 6
9. What we did on our holiday
10. Interstellar
NASHVILLE. Una serie confortable
Una característica común a muchas de las grandes series de hoy en día, suele ser su intensidad. Una intensidad a menudo expresada en forma de grandes dosis de violencia, física o emocional y con frecuentes giros de guión en busca de la convulsión del espectador. Ante tanta turbulencia emocional, a veces se agradecen series que sean mucho más relajadas. Series bien hechas, interesantes y agradables de ver, pero sobre todo relajadas. Un ejemplo perfecto para mí sería Downton Abbey. Y otro, salvando las distancias, podría ser NASHVILLE.
NASHVILLE es una serie de la cadena ABC, una de las cuatro grandes cadenas nacionales americanas y desde hace algunos años, propiedad de la Walt Disney Company. Es decir, no estamos hablando de la HBO o de Showtime. Aquí no hay palabrotas, ni sexo, ni violencia. Es una mojigata cadena para toda la familia. Dicho lo cual, hasta a mí me parece sorprendente que pueda estar hablando de ella. Pero es que NASHVILLE, que ya está en su cuarta temporada, se ha convertido en mi pequeña debilidad.
NASHVILLE, ambientada en la ciudad del mismo nombre, se centra en la historia de Rayna Jaymes, una estrella del country y leyenda viva de la ciudad. Alguien que lo ha conseguido todo en el mundo de la música, y que tras unos años de retiro dedicados a su familia, quiere volver para demostrar que sigue siendo una estrella en estos tiempos en que el negocio discográfico ha cambiado profundamente. Para ello debe competir con la nueva diva de su discográfica, una joven estrella del pop adolescente. Este es el punto de arranque de la serie, que a partir de ahí se va centrando en la evolución del núcleo de personajes alrededor de estas dos mujeres, fundamentalmente gente del mundo de la música.
Por supuesto, con esta temática, la música es un elemento fundamental en la serie donde abundan las actuaciones en directo de los protagonistas. En general casi todos los actores, muchos de ellos con alguna experiencia musical, dan bastante bien el pego como cantantes en los números musicales. En este apartado, conviene destacar que, aparte de canciones bastante ramplonas, aparecen de vez en cuando algunas estupendas composiciones muy dignas de tener en cuenta. Además, toda la banda sonora viene arropada por enormes talentos de la ciudad del country, entre los que cabe destacar a T. Bone Burnett como productor ejecutivo musical de las dos primeras temporadas.
En el fondo, NASHVILLE no es más que un folletín (soap opera que llaman los americanos), pero un más que agradable folletín musical con evidentes referencias a personajes y situaciones conocidas del mundo de la música. Relajante y muy entretenida, es como disfrutar de un agradable viaje acompañado de una bonita banda sonora de canciones más o menos cercanas al country. (Tema aparte de discusión podría ser el amplio concepto de country como estilo musical que deben tener en Nashville, donde casi todo parece caber en él…).
Lo repito: una serie confortable.
joseluis garcés
NURSE JACKIE. Cuando Carmela Soprano se convirtió en enfermera
Acabo de terminar de ver el episodio final de NURSE JACKIE y no he podido resistir la necesidad de hablar de una serie que me ha acompañado durante los siete últimos años. Una relación quizás algo alargada en el tiempo, con algunos altibajos, como con casi todas las relaciones, pero que con toda seguridad voy a echar de menos.
Siete años han pasado desde que Carmela Soprano decidió convertirse en la enfermera Jackie Peyton. Algo que parecía complicado, ya que hay personajes que abducen para siempre a los actores que los interpretan. Pero no a la gran Edie Falco. Una actriz tan enorme y a la que adoro tanto, que mi torpe verbo no es capaz de acercarse siquiera a una mínima descripción de su grandeza. Algo totalmente innecesario por otra parte, para todo aquél que la haya podido disfrutar en Los Soprano o en esta NURSE JACKIE.
NURSE JACKIE es una serie de la cadena Showtime centrada en la vida del personaje protagonista: la enfermera Jackie Peyton. Una madre de familia, enfermera magnífica y con una modélica dedicación a sus pacientes, pero que es una adicta a las drogas y una mentirosa compulsiva. Hechos, especialmente estos últimos, que poco a poco van deteriorando su vida personal y familiar. Eso sí, la tía convive con todo ello de manera admirable y nadie es capaz de hacer mejor su trabajo absolutamente colocada. Con este resumen, es importante añadir que se trata de una comedia…
El concepto de comedia actual, especialmente en las cadenas de cable, a veces es difuso y casi siempre se oficializa con la duración de media hora por episodio, a diferencia de las series dramáticas que suelen estar más cerca de los 60 minutos. A la hora de nominar por categorías para las entregas de premios, esta catalogación es la que se suele utilizar de facto, aunque de manera más informal, «dramedia» en un término muy utilizado para casos como el que nos ocupa. Porque NURSE JACKIE cuenta una historia bastante tremenda a pesar de hacerlo con cierta ligereza y donde la excelente pléyade de actores secundarios son los que aportan el toque gracioso (mención especial a esa encantadora Zoey Barkow, interpretada por la gran Merritt Wever). Porque el personaje principal de Jackie, a pesar de ser apasionante, no es precisamente gracioso.
NURSE JACKIE comparte algunos puntos en común con otras muchas de las series de Showtime (Dexter, Weeds, United States of Tara, The Big ‘C’…): personajes principales muy poco convencionales que permiten un lucimiento absoluto de sus protagonistas, mayormente femeninas, y otro punto quizás menos positivo es que las series se suelen alargar más de lo necesario. Parece que en Showtime les cuesta finiquitar una serie. Los casos de Dexter y Weeds parecían difíciles de superar, pero con NURSE JACKIE casi lo consiguen.
Y es que las dos primeras temporadas de la serie son estupendas. Son las que me hicieron tan adicto a ella como Jackie a sus pastillas. Luego la tercera representa un claro bajón donde la serie no parecía muy bien saber hacia donde apuntar, aunque en la cuarta toma nuevos bríos y un tono menos amable. Seguramente con cuatro o cinco temporadas, la serie hubiera dejado mucho mejor gusto, sin esa sensación de que hemos estando dando demasiadas vueltas a lo mismo. Pero qué queréis que os diga, si la serie hubiera seguido veinte temporadas más, ahí habría estado yo. Porque el placer de ver a la gran Edie Falco interpretando a la enfermera Jackie solo lo puede compensar el hecho de que volvamos a verla pronto en una nueva serie.
joseluis garcés
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