Rafael Abitbol, responsable por entonces del esencial programa radiofónico “Rock 3”, los presentaba a menudo como “la mejor banda de rock and roll del mundo”, y estoy seguro de que cualquiera que tuviera la fortuna de acudir a alguno de sus relativamente frecuentes conciertos que en los últimos ochenta dieron en Madrid estaría sin duda de acuerdo.
Solo tuvieron un notable éxito con la formidable “Birth, school, work, death”, pero lo cierto es que sus tres primeros álbumes están lleno de maravillosas canciones sustentadas en una impecable base rítmica, unas guitarras demoledoras y el vozarrón poderoso y grave de un Peter Coyne siempre pletórico y, especialmente, en sus actuaciones en directo.
“Love´s dead” cerraba el álbum al que daba título la mencionada “Birth, school…” –un disco ciertamente recomendable, dicho sea de paso-. Aunque llegó a salir como single –en una versión diferente, algo más rápida y potente-, no se cuenta seguramente entre las más célebres del quinteto londinense. Sin embargo, es una de mis favoritas, quizá por ser también una de las más poperas de su repertorio. Eso sí: se mantiene la energía acostumbrada y las guitarras brillan tanto como en cualquiera de sus mejores canciones.
by Pablo Carrero