Uno de los discos más esperados de los últimos años es sin duda el flamante nuevo trabajo de Ross, recién publicado por Rock Indiana. Le hemos pedido a su autor que nos cuente sus interioridades en nuestra ya habitual radiografía canción a canción.
Interstellar ha sido una odisea de varios años de trabajo aunque por el camino he ido haciendo un montón de cosas y luego dejándolo reposar. Me tiré el año 2016 componiendo y arreglando. El 2017 grabando y produciendo. El 2018 planeando que hacía con ese material y 2019 pensando que no haría nada hasta que apareció esta posibilidad con Rock Indiana. Es un disco lleno de colaboraciones y es un compendio musical de lo que hice entre Supersonic Spacewalk y Rossland. Creo que es un híbrido entre esos dos discos, la fuerza y agresividad de uno con la psicodelia y la lisergia del otro fundidas en un solo trabajo. Aunque he trabajado mucho más las partes de ritmo, las bases de bajos, y se nota, las baterías, todo eso está mucho más potenciado, lo que hace que el trabajo melódico sea un poco diferente, sin estar descuidado, el fraseo y la parte vocal resultan quizá menos florales que otras veces y más incrustadas en lo rítmico también. Como siempre al final es un disco ecléctico donde trato distintos tipos de canciones o de estilos. Por lo demás he seguido, como siempre, colaborando con todo el mundo, produje a Second, toqué la batería con Joaquin Talismán y con Bobito, y un largo etc. que costaría resumir. Como Ross he dejado un poco de lado los directos el último año. Publique ROSS POP hace justo dos años, un EP que también venia de las mismas sesiones de 2017 y que servía de adelanto a este disco. Estuvimos girando todo el año siguiente. Ahora la banda ha cambiado y estamos en preparación para lo nuevo aunque ya habíamos tocado algunos de estos temas en directo.
LOOK
Un día estaba tocando (chapurreando) esta canción, cuando todavía la tenía en pañales, en casa de unos amigos, Pepe Aguilar, que escribe muy bien, me vino poco después con un pequeño poema que le había sugerido lo que tocaba. Se llamaba “Fíjate” y aludía a lo efímero de las cosas. Era una idea fantástica para una canción, clara y rotunda. Aquello de que si no miras, si no te fijas en las cosas, te las pierdes porque todo pasa en un instante: el amanecer, la salida de la luna llena, un diálogo o la escena de una película; me cuadraba a la perfección. Hay que estar atento porque de lo contrario te lo puedes perder… si no te fijas, las cosas pasan por tu lado y no te enteras y a mí eso me ha pasado bastante.
Me inspiré en ese poema para la letra de la canción, obviamente… Pero a la canción le faltaba algo y más tarde casi podría decir que soñé la parte central donde literalmente mando a paseo las modas, las normas, las leyes, las religiones y todo el maldito sistema que tal vez sea el culpable de que vivamos sumidos en el estrés que no nos permite fijarnos en los pequeños detalles y de que nos perdamos muchas cosas efímeras pero importantes. Me incluyo a mí mismo, si fuera necesario…
Así construí esta pieza con cierto fondo de R’n’B, por eso invité a Fernando Rubio para tocar la guitarra y darle el toque final, pero al mismo tiempo lo bañé todo de psicodelia -algo que también transpiraba la canción- y sobre todo quise hacer hincapié en el ritmo; para ello, y para llevarla a un estatus más atemporal, prescindí de la batería y programé una caja de ritmos que fui tratando en cada pasaje de la canción con intensidades diferentes.
DO IT!
Esta es mi canción, la canción más personal del disco. Habla de mí, del triunfo de uno consigo mismo, ante los demás y ante lo demás, del paso del tiempo como catalizador para encontrarse a uno mismo venciendo todos los males, sin rencor, sin miedo, destrozando todo aquello que pudo haberte hecho daño, despojando todos los temores y dejando atrás todo lo que te mantenía agazapado. De alguna forma, el mensaje de “NO LO INTENTES, HAZLO”, que podría parecer sacado de La Guerra de la Galaxias, es mucho más antiguo y el mismo George Lucas se basaba en viejas filosofías budistas (Krishnamurti, sin ir más lejos)… Yo no me he sumergido precisamente en todo eso para llegar hasta aquí, sencillamente lo que me ha curado es la música, hacer música aún sin haber obtenido un éxito mayoritario. La música ha dado sentido a mi vida y finalmente ha sido el vehículo para superar todos los obstáculos. Yo he hecho música desde siempre a pesar de que en el mundo musical encuentras personas, buenas y malas, como en cualquier otra disciplina, no es diferente a ninguna otra. Pero la música, por sí misma, me ha proporcionado todo lo que he necesitado para brillar finalmente y sentir que lo que tenía era un don, un regalo, y no necesariamente tenía que ser mayoritario si no simplemente ser, nada más.
Es la canción que más me costó terminar porque la melodía intenta flotar entre la avalancha de acordes y la vertiginosa (aparente) sucesión rítmica que no deja apenas huecos, y se resistía… Finalmente entra en una espiral que podría durar hasta el infinito con una guitarra llena de ecos del gran Javi Vox que me pone la carne de gallina. Estoy muy orgulloso de esta canción y sobre todo me siento muy identificado con ella como autor.
PERHAPS THE TIME
Es una canción circular, sobre todo el estribillo, y así se lo decía a mi chica una noche: “necesito un texto circular en el estribillo, como la melodía”. Y esa misma noche estábamos viendo la película “El último concierto”, de Yaron Zilberman, y el profesor de Cello (Christopher Walken) se pone a recitar un poema de T.S. Elliott, “Nurnt Norton”. Me quedo petrificado. “Eso es”
El tiempo presente y el tiempo pasado
Acaso estén presentes en el tiempo futuro
Y tal vez al futuro lo contenga el pasado.
Si todo tiempo es un presente eterno
Así que prácticamente se lo plagio; no exactamente, lo adapto, pero el estribillo viene a decir lo mismo. Era justo lo que necesitaba. El resto ya es otra historia: tenía por accidente la guitarra mal afinada, la cuarta cuerda estaba afinada en E (MI) cuando su afinación natural en D (Re), sonaba raro, pero me gustaba, así que seguí tocando y la estrofa surgió al hilo de aquello que estaba cantando… Luego vi el guiño a Jesus and Mary Chain o Black Rebel Motorcycle Club y me dije “¿Por qué no?” Así fui avanzando hasta llegar a construir esta pieza que termina con una especie de guiño lisérgico al tiempo circular, a modo de música programática o descriptiva.
SEA WINDOWS
Es un poema de amor, un poema épico de amor, de hecho, la segunda estrofa está tomada de unos versos del libreto de la Opera Fausto de Charles Gounod y en definitiva es una canción dedicada a mi pareja, que se llama Mar. Todo muy redondo y muy bonito, como ella. Me gusta mucho esta canción y se la dediqué porque un día la estaba tocando, no éramos pareja todavía, y ella comentó: -qué bonito eso que tocas- Le conté que era una canción nueva. Aquello se me quedó grabado y más tarde, cuando empecé a terminar los temas para el disco ya sabía que sería su canción.
No sé, pero me trae, por momentos, ecos de Stevie Wonder o Steely Dan, tiene esos aires de soul y al mismo tiempo es pop sin reminiscencias, pero tiene ese pasaje rugoso al principio, como de olas salvajes y mar bravo, y luego todo ese tono dulce y acogedor, además de ese aire negro que me fascina. A veces pienso ¿cómo he podido ser capaz de hacer algo así? Hay un arreglo en los estribillos que hace un DX7, un teclado, que podrían haber sido vientos, y que me costó mucho encontrar, lo buscaba y lo buscaba hasta que di con él. Como trabajaba en casa antes de ir al estudio, mi chica me preguntaba si iba a meter todo aquello ya que yo hacía notas y notas arriba y abajo, yo le decía que no se preocupara, que solo estaba buscando, que al final todo se quedaba en casi nada. Son cosas que me gusta recordar del proceso de composición porque es, quizá, lo mejor de un disco.
CONSTELLATIONS
Es una canción con doble sentido. Está dedicada a mi hijo Adrián y el mensaje es abiertamente positivo: fuegos artificiales que brillarán en el cielo y todo eso. Es realmente optimista. La doble intención está en el titulo porque hay una movida espiritual que se llama precisamente constelaciones. Si alguien sabe de qué va ya me entiende. Yo hice unas constelaciones precisamente en un momento determinado y tenían que ver con mi relación paterno-filial, de manera que cuando estaba escribiendo este tema me di cuenta de que aquella palabra me venía como anillo al dedo y se convirtió en el título.
Al margen del positivismo y lo espiritual tenía una canción, a mi modo de ver, diferente a todo lo que había hecho y quise arreglarla de forma diferente a todo lo que había hecho. Por momentos me lleva a los años 80, y me gusta esa sensación. Siempre que compongo me dejo llevar y viajo a donde la música sugiere, asumo los retos que me pone delante y los afronto, así que, en Constellations me tiré a la piscina con todas esas idas que no sabía hasta dónde sería capaz de desarrollar con solvencia, pero finalmente quedé satisfecho. Todos esos juegos de guitarras, percusiones y teclados entrando y saliendo de un canal a otro para estallar en un estribillo de calado más Indie… no sé, es mi visión pero tal vez cada cual pueda tener una completamente inversa. En cualquier caso es una canción muy dinámica y entusiasta y ahí es donde quise mantenerme todo el tiempo, sin retroceder ni un centímetro… de hecho, la canción crecía en mis manos y en definitiva quería ser un empujón, en positivo, para alguien, incluso para mí.
WHAT I WILL NOT
Es la última canción que incorporamos al disco y no se grabó en las mismas sesiones de estudio. La grabamos en el local de ensayo, excepto las guitarras de Javi Vox, que las hizo en su propia casa, y las voces, que las grabé el mismo día de la mezcla en el mismo estudio de Mastering con Antonio Eriatarka. Todo en tiempo record y de forma espontánea. Quizá la canción refleja cierta espontaneidad precisamente por la forma en que la hemos trabajado, sí. Pero queríamos y teníamos que redondear el disco, así estaba programado, había que poner diez temas por diversas cuestiones que ahora no vienen a cuento.
Plantea mi teoría de que alguien debe de dejar de dar hostias algún día, dejar de devolver los golpes para acabar con la violencia. No quiero decir con esto que no haya que defenderse, sino que también habrá que dejar de atacar, y ahí es cuando uno no tiene por qué defenderse, cuando sabe que no será atacado. Si no respondes y nadie más lo hace la forma violenta, dejará de ser una opción. Es una forma de contarlo y de cantarlo, pero ese es el resumen: no seré yo el primero, no lo haré… y bueno, musicalmente encierra cierta monotonía que solo se rompe en un momento determinado con un cambio melódico casi vacío de arreglos en que la voz sube de tono preguntándose cosas sobre lo confuso que resulta cuando intentamos ponernos de acuerdo cada uno escondido en su falsa zona de confort.
INTERSTELLAR
Vale, sí, hay una película… pero no, yo tenía la canción antes de que hicieran la película. La vida de las canciones es curiosa, ya que para el público la canción nace hoy y yo llevo con ella cinco años, desde que comencé a tararear algo sobre unos acordes, cuando después puse unos versos en esa melodía que hablaban de un viaje interestelar en el que nos encontrábamos en una estrella a nosotros mismos en un futuro muy lejano y después vas desgranando todos los arreglos y tomando decisiones sobre la estructura y mil detalles más. Las canciones toman además vida propia y te piden cosas y rechazan cosas. A veces quieres llevarlas por terrenos que ellas no admiten y otras veces te empeñas en dirigirlas hacia lugares que nos les corresponde. Pero otras aceptan con gusto lo que les propones y en ocasiones suceden milagros, momentos emocionantes, cuando les das cosas que parecen estar hechas para ellas. Pero incluso si consigues el traje de su talla y un color adecuado hay momentos en los que debes arrugarlo un poco o garabatearlo con rotuladores.
Es casi evidente que esta canción pueda sonaros un poco a la ELO y si es así es porque está hecho a propósito, aunque no todo tiene esa intención. Otros elementos están más cerca de Flying Saucer Attack, por ejemplo, pero al fin y al cabo yo suelo hacer esas cosas, mezclar pasado y presente o diversos pasados antagónicos en principio y ver qué pasa. Para mí la música es un hilo ininterrumpido en el tiempo y el espacio y no veo tanta diferencia entre el Power Pop y algunas cosas de Beethoven, sin ir más lejos.
Es el tema que da título al álbum y es la primera parte de una Suite, quizá publique algún día la suite completa, pero esa es otra historia.
TAKING OFF
Esta canción es curiosa. Surgió al final, casi cuando estaba terminando de grabar y pensé que si la dejaba escapar quizá ya no la grabaría nunca, de manera que me propuse hacer un intento de grabación inmediata, sin complicaciones ni planteamientos extraordinarios; tenía los acordes, la melodía y una caja de ritmos (era el segundo tema sin batería). Hice un arreglo de bajo y, sin más, hice la toma aquella misma tarde en el estudio. Después hablé con Emilio Cortés, el bajista del grupo, y vimos la posibilidad de poner unas guitarras con Ebow que él maneja a la perfección; y así quedó la canción, todo muy sencillo, muy pocas capas para ser Ross… Es cierto que para el master hicimos algunos trucos que ahora no voy a contar, pero fueron curiosos.
La cuestión es que tenía aquella sensación de que si no la grababa seguramente se quedaría en el limbo porque no sabía si volvería a hacer otro disco o cuánto tiempo tardaría en hacerlo, quizá demasiado, tal vez nunca. Un disco es una movida realmente ardua y complicada y más en los tiempos que corren. Podría morirme y la canción se perdería. Este hecho me inspiró para hablar precisamente de la muerte. Y de repente me di cuenta de que estaba haciendo una especie de testamento, lo que estaba contando es que me sentía preparado para morir, que me sentía en paz, que todo estaba bien y tranquilo para afrontar algo así… Yo mismo temblaba al escribir y cantar aquello… pero al mismo tiempo me emocionaba profundamente.
AUTUNM SONG
Autunm es quizá la oveja negra. En mi caso siempre hay una canción que se lleva los palos, una canción con la que experimentas cosas y una canción con la que finalmente no estás del todo convencido, pero a la que le tienes cariño. Esta es sin ninguna duda esa canción en este disco. Me gustan mucho las estrofas pero siempre he creído que podía haber dado más de sí, no sé por qué, y hasta dónde pude haber llegado, pero tengo esa pequeña deuda o espina dentro de mí, y hablo así esperando que la canción no me oiga decir esto, cuando la escucho hago como que no pienso estas cosas para que ella no se enfade, pero siempre pensé que podría haber ido más allá. Los estribillos siempre fueron de esos que quizá no eran míos, algo que uno mismo dice para sí mismo, “esto no es mío, esto es de mi padre o de alguien pero no me reconozco”; en definitiva le tengo mucho cariño a esta canción y sin embargo siento contradicciones con ella. En todos los discos me pasa con alguna otra.
La letra está inspirada en el libro “Cosas que los nietos deberían saber” de Mark Oliever Everett, o sea Eels, y quizá ya no tanto en el libro si no en algunas de sus canciones, porque cuando estaba leyendo el libro, cosa que hago habitualmente cuando leo sobre músicos, me ponía los discos de los que hablaba. Hice también una sección radiofónica en “La Radio Del Siglo” de Onda Regional de Murcia y llevé este libro, de manera que algunos mensajes me gustaban mucho, la superación ante la desgracia casi constante de Mark Oliver es encomiable y a él, como a mí, la música le salvó la vida, o le ayudó a vivir.
MY GIRL IN A BRAND NEW HOME
Esta canción se publicó ya, en versión diferente, en un EP anterior, “Ross Pop”. Es diferente, primero, porque que está medio tono más aguda, y segundo porque el titulo incluye la palabra Brand… Lo curioso es que esta canción viene a demostrar, o no, mi teoría de que las canciones están ahí, en el aire, en algún lugar, y los compositores tan solo somos catalizadores; las encontramos, tiramos de ellas y las ponemos en relieve, las traemos al mundo material.
Por otro lado parece también mi obsesión particular en la búsqueda de mi propia “Julia” de Lennon, porque aunque traes canciones desde ese lugar intangible, debe ser, también, algún rincón de ti mismo que vibra al mismo tiempo. No es la primera vez.
Mi chica y yo decidimos vivir juntos y buscamos una casa de alquiler, hicimos el traslado y el día de la mudanza, cansado, todo lleno de cajas, diez de la noche, me senté un momento en la cama del dormitorio en la nueva casa, vi la guitarra y pensé “¿Cómo sonará la guitarra en esta casa?” Rasgue las cuerdas y aquello brotó todo de golpe y seguido. No es la primera vez que me ocurre. Mi chica pensó que, claro, qué hacía tocando la guitarra con todo lo que había que hacer todavía, y vino a pedir explicaciones… yo le conté lo que estaba pasando… me había encontrado una canción, y se la toqué. No pudo si no estar de acuerdo. Aquella canción estaba en aquella casa, que había sido habitada anteriormente por músicos, y yo la había encontrado… El título es evidente y lo que cuenta el pequeño poema también, no podía ser de otra forma… Yo quería hacer una versión con guitarra española de modo que hice esta segunda versión y le añadí la palabra brand, que es como casa de estreno, dando también la casualidad de que ahora que se va a publicar ella ha decidido comprar una nueva casa… Esta canción ya, para siempre, formará parte de nosotros y da igual que la escuchen 10, 100, 1000 o ninguna persona más, vale por ella misma toda una vida.
Juan Antonio Ross
Puedes escuchar todas las canciones del disco Interstellar de Ross en la web de Rock Indiana