Siguiendo mi pasión con Dennis Lehane, ampliamente comentada en anteriores artículos, he buceado en algunas entrevistas con él para buscar de su boca alguna posible suculenta recomendación literaria y así he llegado a James Crumley y a una de las novelas favoritas de Lehane.
EL ULTIMO BUEN BESO (The last good kiss, 1978), a pesar de estar escrita hace más de 30 años, creo que no había sido publicada en España hasta hace un par de años, tres despúes de la muerte de su autor. Se trata de una magnífica novela negra bastante típica en el fondo aunque más atípica en las formas. El fondo: detective privado, cínico, bastante alcohólico y con un punto romántico que durante un caso aparentemente sencillo consistente en la búsqueda de un marido escapado se ve involucrado en otro caso bastante más complejo y obsesivo que sirve para sacar a la luz fantasmas del pasado. Dicho así, parece seguir el canon de los reconocidos maestros de Crumley: Raymond Chandler y Ross MacDonald. Pero la forma es algo distinta, ya que los entornos urbanos clásicos del género, aquí se ven sustituidos por los amplios paisajes del medio oeste en una narración que casi parece una ‘road-movie’ donde los personajes van apareciendo en el camino.
Todo un personaje, el protagonista C.W. Sughrue, un detective con pinta de labriego que en sus casos recorre miles de kms. en su vieja furgoneta, deteniéndose en polvorientos bares de carretera donde cruza sus camino con toda una caterva de solitarios y perdedores. Un tipo siempre en la búsqueda de cerveza, drogas y mujeres (igual decir esto así no es políticamente correcto…) que huye de las ciudades y tiene su refugio en una casa a medio construir en mitad de un bosque en Montana. Un tipo que comparte con su creador, James Crumley, una cínica ironía además de un pasado en el ejército.
EL ULTIMO BUEN BESO es una magnífica novela negra con algunos toques de comedia para hacer más llevadera la desesperación y el pesimismo que envuelve sus páginas. Una novela muy recomendable. Y no es que lo diga yo, sino que te lo dice el gran Dennis Lehane.
by joseluis garcés