LA RUBIA DE OJOS NEGROS (Benjamin Black, 2013) es nada más y nada menos que la supuesta continuación de una de las más grandes novelas de todos los tiempos: «El Largo Adiós» de Raymond Chandler. El irlandés Benjamin Black ha sido el encargado por parte de los herederos de Chandler de resucitar al más grande entre todos los detectives de la literatura negra: el genuino Philip Marlowe, que 60 años después de sus míticos gimlets con Terry Lennox en Victor’s, vuelve a encontrarse con otros protagonistas de aquella historia.
Debo aclarar que Raymond Chandler es posiblemente mi escritor favorito de todos los tiempos y que el personaje de Philip Marlowe para mí es tan importante como para un cristiano pueda ser el protagonista de la Biblia… Por tanto el acercamiento a este Marlowe falsificado, me lo tomé con cierta cautela, pero al final me pudo la curiosidad. Eso, y sobre todo que al menos esta imitación estaba realizada por Benjamin Black (el ater-ego policial de John Banville) un escritor al que también admiro y respeto, y que por otro lado aumentaba mi curiosidad.
Tampoco es la primera vez que Marlowe resucita. Ya lo hizo en «Poodle Springs» la novela que 30 años después de la muerte de Chandler, escribiría Robert B. Parker en 1989 a partir de tan solo unos pocos capítulos que dejó su autor y que sitúa a Marlowe cronológicamente en su momento de mayor edad. En LA RUBIA DE OJOS NEGROS, la historia retrocede unos pocos años hasta situarse cronológicamente en la vida de Marlowe justo tras «El Largo Adiós» (1953) y antes de «Playback» (1958).
LA RUBIA DE OJOS NEGROS es una buena y clásica novela negra, pero que me temo se le pueden sacar muchos «peros» y casi todos derivados del difícil ejercicio de emulación en que basa su planteamiento. Un intento que por otra parte no está nada mal conseguido, aunque a mi juicio resulta ligeramente descafeinado. No sé cual podrá ser la visión de alguien que no haya leido nunca a Chandler. Me imagino que sin prejuicios que nublen la opinión, la novela se puede considerar una buena novela negra y aunque la historia en su intento de no salirse de unos cánones demasiado rígidos, resulte algo floja, no se le puede negar que resulta entretenida.
El resultado supongo que se puede considerar como satisfactorio. No creo que sirva para aumentar la leyenda ni de Chandler ni de Marlowe. Es como cuando un grupo de revival consigue hacer una nueva canción que te recuerda mucho a uno de tus ídolos. No es lo mismo, pero se puede disfrutar.
by joseluis garcés