Nominees ensayaban en un sótano en plena Gran Vía madrileña, pero más que el agitado y caótico tráfico de coches y peatones del centro de la capital, las canciones de este espléndido grupo evocan espacios abiertos, paisajes en los que conviven la melancolía y la frescura, la amargura y la esperanza.
Desafortunadamente, su trayectoria no dio más que para un álbum. Luego, el núcleo central de la banda se convirtió en Amigos Imaginarios, el grupo en el que encontraron nuevo acomodo las canciones del gran Santi Campos.