Cinco músicos coruñeses procedentes de diversos proyectos musicales comienzan a crear música juntos, bajo el nombre de Wolrus y siguiendo una escueta declaración de principios: “De Nashville a Liverpool pasando por San Francisco”. La autodefinición de su propuesta, que a la vez da pistas geográficas y temporales, hace innecesario cualquier texto promocional.
Sus canciones son, realmente, un viaje por parte de la mejor música hecha en Inglaterra y Estados Unidos a lo largo de los años 60 y 70, y por toda la tradición posterior que pone un pie en esas raices. En un primer acercamiento, su eco nos devuelve todas esas sonoridades que nos han hecho un poco más felices a lo largo de varias décadas.