Vaya por delante el aviso que mi opinión respecto a una serie del universo STAR TREK nunca va a poder regirse por los mismos criterios que cuando hablo de cualquier otra serie. Es como si quieres opinar sobre un partido de fútbol. Si juega tu equipo, por mucho que te esfuerces, tu valoración del partido va a estar muy condicionada. Y yo soy muy de STAR TREK.
Incluso obviando lo anterior, el acercamiento a una nueva serie ambientada en ese particular universo de ficción que en los últimos 50 años han ido creando los más de 700 episodios de las 6 series anteriores de la franquicia, además de las películas, no puede ser el mismo para un profano que para los que llegamos a ella tras haber vivido la totalidad de esa producción anterior. Argumento este que ha debido también pesar lo suyo en los creadores de la nueva serie: STAR TREK DISCOVERY (CBS, 2017).
Por un lado han intentado acercarse a los clientes de la marca, tratando de mantener lo que los trekkies llamaríamos la esencia Star Trek que no sería otra cosa que la esencia Roddenberry. Es decir, esa filosofía algo hippy sobre la que en 1967, en pleno ‘Verano del Amor’, el creador de STAR TREK, basó la serie original. Unos utópicos fundamentos humanísticos que en mayor o menor medida se han mantenido durante todas las series posteriores: el respeto a todos los seres vivos y a sus diversidades culturales, raciales o ideológicas, el pacifismo y el ecologismo como bases del progreso, la igualdad entre géneros y especies… etc, etc.
Pero por otro lado, hay que buscar nuevos públicos, más jóvenes, y en estos tiempos la receta parece ser mucha acción, muchos efectos especiales y sobre todo un montaje que produzca el máximo mareo al espectador. La combinación de ambos intentos provoca que DISCOVERY por momentos sea un poco batiburrillo. Demasiadas cosas metidas con calzador para contentar a todos provocan que haya excesivas subtramas donde la serie parece deambular sin un rumbo claro. Posiblemente en esa falta de dirección clara haya pesado la renuncia del creador de la serie, Bryan Fuller, a su inicialmente previsto papel de showrunner por desacuerdos con la cadena CBS. En cualquier caso, a pesar de ese lastre que supone intentar contentar a todos, DISCOVERY se ha marcado una primera temporada más que interesante. De muy alto nivel en algunos aspectos, irregular en muchos otros, pero en cualquier caso, interesante.
DISCOVERY está ambientada básicamente en la misma época que la serie original (unos 10 años antes), lo que supone todo un reto de cara a su puesta en escena. Y es que, desde luego, es complicado recrear con la perspectiva tecnológica actual ese futuro de estética vintage que las anteriores series nos han ido mostrando durante tantos años. La estética elegida por DISCOVERY podrá gustar más o menos, pero seguramente solo los trekkies más ultraortodoxos le puedan poner pegas a un aspecto visual que como mínimo es impactante.
En cuanto a los personajes, si en todas las series anteriores había un pequeño grupo estable de protagonistas siempre en torno al liderazgo del incuestionable capitán (Kirk, Picard, Sisko, Janeway o Archer), en DISCOVERY, aunque con una protagonista indiscutible, al menos en esta primera temporada ese grupo es algo más disperso y me da la impresión que puede ser uno de los elementos a ajustar de cara al futuro de la serie.
No quiero entrar en detalles argumentales más allá de resaltar el enorme protagonismo del conflicto con los Klingons, como no podía ser de otra manera al tratarse de la época en que se sitúa la serie. Resaltar, eso sí, que la serie intenta ser razonablemente fiel al canon con infinitos guiños a los conocedores del mismo. Para todos ellos, solo por eso, ya merece la pena ver la serie.
Para los que por primera vez se acerquen al universo Star Trek a bordo del Discovery, solo desearles que puedan disfrutarla y que los abundantes fuegos de artificio no les impidan vislumbrar la esencia de eso que el gran Gene Roddenberry sembró hace más de 50 años. Si lo consiguen, solo puedo decirles que les envidio: todavía tienen por delante la posibilidad de descubrir y disfrutar por primera vez de los más de 700 capítulos precedentes de auténtico Star Trek.
joseluis garcés
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