Debo reconocer que a priori, SONS OF ANARCHY no era una serie que me apeteciera demasiado. De hecho empecé a verla en su día venciendo esa pereza inicial por el hecho de que su creador fuera Kurt Sutter uno de los productores de The Shield, serie más que recomendable y que justo en aquella época acababa de terminar de ver. Como decía Bo Diddley: “no puedes juzgar un libro simplemente mirando su portada” y en este caso resultó más que cierto: la portada no me atraía demasiado, pero el contenido ha resultado ser soberbio.
Si busco en mi memoria las escenas más violentamente sobrecogedoras que haya podido ver en TV, SOA es culpable de algunas de ellas. Porque desde luego es una serie violentísima. No ya solamente en el sentido de que haya muchos muertos o mucha sangre (eso ya lo hay en series de zombies y al menos a mí no suelen sobrecogerme…). Se trata de una violencia mucho más brutal que procede de lo más profundo de unos personajes que percibimos como humanos e incluso cercanos, en ese juego de encariñarnos con redomados hijos de puta, que ha sido santo y seña de muchas series de la HBO.
Pero SOA no es de la HBO, sino de FX, una cadena propiedad de la FOX que muy en la línea de ésta, se caracteriza por series testosterónicas, muy violentas y algo fascistoides con bastantes reminscencias al western (The Shield, Justified, SOA…), pero que en general son bastante mejores de lo que en principio pudiera parecer.
SONS OF ANARCHY lleva cinco temporadas (con la sexta a punto…) y creo que no ha parado de crecer. Cada temporada me ha parecido mejor que la anterior en un ejercicio de exprimir al máximo las posibilidades guionísticas de unos personajes que no parecía que pudieran dar tanto de sí. Y es que inicialmente SOA no pasaba de ser una entretenida historia de pandillas mafiosas en clave de western moderno donde las motocicletas sustituían a los caballos. Pero a partir de ahí, la historia fue creciendo hasta llegar a lo que ahora es: algo así como Los Soprano en clave de torturada tragedia de Shakespeare… y con mucha, mucha violencia.
Políticamente incorrecta, SOA se centra en la historia de un club de moteros en una imaginaria pequeña ciudad californiana, que ejercen de mafia local en una entente más o menos cordial con la policía a cambio de mantener sus actividades y acciones violentas fuera de la jurisdicción. Sus negocios les llevan a tener aventuras con otros grupos organizados e incluso con el IRA en el tráfico de armas. Pero lo más importante y lo que de verdad sostiene una serie durante tantas temporadas son sus personajes. En este caso, unos personajes tremendamente sólidos que poco a poco han ido ganando complejidad sustentados en unos actores magníficos y en unos guiones que aunque dan algunas vueltas, son como vueltas de taladro: giran pero avanzan…
by joseluis garcés
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