Una lástima que la gira de GRAHAM PARKER & THE RUMOUR, la primera juntos tras más de 30 años, no haya pasado por nuestro país… Como premio de consolación hemos tenido que conformarnos con el largamente añorado retorno de Graham Parker en un formato de dúo acompañado por el gran Brinsley Schwarz, toda una leyenda que por otra parte ya lo era cuando Graham grabó su primer disco.
El concierto que ofrecieron en la Sala Arena (por cambio de última hora sobre la inicialmente prevista Soko) tuvo un repertorio muy centrado en temas de los discos con The Rumour, algo lógico ya que son los que ha venido tocando con la banda en los últimos meses. Graham y Brinsley ofrecieron su buen hacer y demostraron que el paso no del tiempo no ha hecho mella en sus dotes musicales. Especialmente impresionante ver el estado de la voz de GP tras 40 años en la carretera…
Alguien como yo que idolatra a Graham Parker y lo mantiene en su olimpo particular de los dioses de Rock, no puede ser nunca objetivo a la hora de analizar un concierto suyo. Y en este caso, a pesar de mi profundo amor y sobre todo cuando a lo largo de los años, uno ha podido ver de lo que el bueno de Parker es capaz sobre un escenario, mis altas expectativas me llevan a calificar el concierto simplemente como…entrañable. Entrañable como una fiesta de cumpleaños con amigos, donde se disfruta pero sin demasiada pasión. Porque eso es lo que le faltó al concierto: pasión. Como en uno de esos partidos amistosos de pretemporada donde se puede ver buen juego pero sin esa intensidad… Y ya lo dice el propio GP: “Pasión no es una palabra cualquiera”.
Aún así, y para poner las cosas en perspectiva, tengo que decir que un concierto simplemente “entrañable” de Graham Parker probablemente sea mejor que el mejor concierto que jamás pueda ofrecer cualquiera de esas estrellas que llenan estadios.